martes, 10 de febrero de 2015

Soy más derrotas que victorias.

Sí, así soy yo. Supongo que tendrá algo que ver con la adolescencia, pero no tengo el mismo humor dos días seguidos.

Parece que de repente todo el mundo ha cambiado, o quizás lo haya hecho yo, pero no me gusta. Nunca he sido la chica más popular del mundo, pero tenía personas a mi lado que merecían la pena. Ahora parece que todo el mundo tiene algo que criticar sobre mí, pero ya me da igual. No voy a volver a sentirme mal porque hagan comentarios a mis espaldas. Ya no.

Solo quiero ser como soy de verdad, llevo toda mi vida cambiando cosas que no les gustaba a la gente de mí, pero no quiero seguir rompiendo mi personalidad de tal forma que no me reconozca ni yo misma.
Se acabó, asumo que soy una infantil que llora con las películas de Disney y duerme con peluches a sus 16 años, que me preocupo demasiado por los estudios y que si me siento mal por sacar un 7 pues me siento mal, que me paso cantando todo el tiempo, aunque lo haga mal, que soy arisca, como un gato, pero tengo mi carazoncito, y que me he abierto un blog porque sé que soy mucho más que un bicho raro en el fondo de la clase.

Así que aquí dejo por escrito que no voy a renunciar. Soy más derrotas que victorias, pero no voy a abandonar la batalla hasta que acabe la guerra. Desde ahora soy yo contra el mundo, y voy a salir ahí fuera y demostrarle que puedo con todo esto.

Y tú también puedes hacerlo.


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